miércoles, 13 de octubre de 2010

No soy buena conservando a la gente.

Ñam, mi mejor amiga no me habla bien. Pero mi hermano me pone de buen humor y entonces me vale lo demás :) No me vale-vale, sólo hace que se me olvida y que piense: deeeh, hay cosas más importantes por qué preocuparse, como el ballet de Stravinsky :)

Pero para conservar a la gente yo repetiría varios momentos, como por ejemplo:

1. Está en primer lugar porque ese día fue muy perfecto. Fui a la escuela, monótona como siempre, me habló Alek esperandome, llegamos y fuimos por pulque, tomamos fotos bonitas, regresamos y decidimos ir a Toluca. En Toluca tomamos la cerveza más rica del mundo (o tal vez no la más rica del mundo, pero si la del momento más chido) y platicamos sobre cosas que no he hablado con nadie más.

2. El día que salí temprano de la escuela y fuimos Anai, Julián, Nadya y yo a recoger la tarjeta de la beca de Anai, caminamos por el Alicia (que está horrible) hasta llegar a Pabellón Cuauhtémoc y estaba cerrado ya jaja, así que fuimos al hospital ese enorme que está en frente y es muy bonito, digo, yo me casaría ahí o algo :D Pasaron muchas cosas en el camino, y una muy bonita fue sentarnos las tres juntas en un asiento y Julián en frente. Después fuimos por mis rollos que se suponía iban a revelar pero ni hicieron nada, caminamos por el centro hasta una cafeteria de Regina y tuvimos la mesa perfecta porque no era tan grande como para acercarnos y escuchar lo que decíamos, pero tampoco tan pequeña como para que no cupiera la comida y los frappés. Fue bello :D

3. Un martes que no entré a filosofía y todos fuimos a los pulques asquerosos de Coyoacán y cantamos mucho y nos dijimos cosas que nadie sabía jaja. Fue muy divertido y amé ese día.

4. Seguramente cuando hice el examen para la prepa. No, eso fue horrible, tenía fiebre y mocos, pero el final fue genial. La lagunilla y mucha cerveza que me costó la vida porque después de eso me enfermé horrorosamente, pero ese día fue genial :D

Y escribo mis días favoritos para que jamás se me olviden. Empezaba a olvidarlos, la verdad :(
Hay muchos más que luego escribiré para mí porque soy la única que lee esto y está bien padre *_*

jueves, 7 de octubre de 2010

Tal vez trabaje en un call center

Y tal vez gane 3 mil pesos a la quincena y no haga nada bueno de mi vida por no haber estudiado algo para hacer drogas duras y poder vivir de eso hasta que tenga 80, pero mientras me la pasé bien después de clases y platiqué de cosas geniales con gente genial de verdad mientras sonaba Tom Waits.

Éxito: jódete!

jueves, 30 de septiembre de 2010

lunes, 27 de septiembre de 2010

Common people

Es muy triste la gente de hoy :(
No es que yo diga que sea genial, nooo! Pero cuando tenía 12 años yo quería conocer gente como la que veía comprando películas y libros. Y ahora los que compran esas películas y esos libros son los mismos que lo hacían hace 6 años y los que tienen mi edad se la pasan en bares de Insurgentes y les da miedo andar en metro y presumen sus computadorsitas en la cafetería :(

lunes, 26 de julio de 2010

Save blogger!

La primera vez que tuve blog fue cuando tenía 13 años, y si tuviera que escoger una edad que me haya gustado mucho diría que fue esa (y 16!!). Bueno, a los 13 años era muy sociable y no me intimidaba nadie y podía hablar con todos -ahora me intimidan los que saben demasiado y entonces no puedo decir nada- también me divertía facilmente, tenía muchos amigos y escuchaba música nueva (porque sí, me gustaba encontrar cosas nuevas). A los 16 me la pasé bien en la escuela, era cuando más me gustaba ir y nada me molestaba de ella, conocí a mis mejores amigas e hice muchas cosas geniales. No digo que no me guste tener 17 o 15, pero han sido edades intrascendentes para mí, digo, nada importante ha pasado.

Y el punto no eran las edades divertidas, sino los blogs. LOS BLOGS! Cuando tenía 13 y hacía algo instantáneamente pensaba en escribirlo... ¿será que antes era más pensante? Porque si es que así era por eso tenía la grandiosa capacidad de escribir lo que fuera, hasta si me encontraba a un perro moribundo en la calle (es un decir... muuuy exagerado). O tal vez no era más pensante, tal vez era menos! Y por eso podía escribir sobre cualquier estupidez que me pasara, porque no le tenía miedo a las críticas o no tenía otras cosas en qué pensar. Aunque tampoco debería de tener miedo a las críticas, porque al final nadie me dice nada, no creo que a alguien le importe mucho lo que escriba o no escriba, o que la vida de alguien dependa de eso. Entonces la conclusión es que sí era más pensante porque no pensaba en nada, y no pensar en nada es bueno!

Esta entrada debió de haberse llamado "Paréntesis e Interrupciones". O mejor no, creo que suena muy bien para una película o un disco!