miércoles, 13 de marzo de 2013

The only one who could ever reach me was the son of a preacher man

A Itza se le quedaron las llaves del carro adentro... ¡pegadas! Pensaba que la única forma de dejarlas dentro era en el asiento de al lado o algo bien tonto, aunque resultó más tonto como las dejó hoy.

Nadie lo notó hasta que se quiso ir. Buscamos videos de cómo abrirlo y se veía muy fácil: con una cuerda, hacerle un nudo y meterlo por la orilla de la puerta hasta jalar el seguro hacia arriba. No pudimos. Intentamos con un gancho de ropa, no íbamos tan mal cuando pasó un morro muy simpático y nos ofreció ayuda, dijo que él tenía un Chevy también y una vez se le habían quedado las llaves. Estuvo mucho tiempo intentándolo, no es fácil abrir un carro (no sé cómo le hacen los rateros para que sea tan rápido) hasta que pudo bajar tantito la ventanilla, yo metí la mano para alzar el seguro y listo.

Se despidió, pero raro, porque tenía cara de que quería decir algo más mientras nosotras celebrábamos. Sí se acercó de nuevo y dijo que la gente ya no piensa en Dios, porque él no creía en las coincidencias, sino en las "diosidencias"... ¿eso existe? Bueno, que si Itza no se había ido era porque Dios no la había dejado ir, y que por algo pasan las cosas, porque, literalmente, sólo Dios sabe qué habría pasado si ella se hubiera ido cuando tenía que hacerlo. Que la gente diga esas cosas hace que todos se queden callados, asustados, pensando en el "hubiera": tal vez hubieras tenido un accidente, tal vez te hubieran asaltado, tal vez hubieras visto algo horrible en el camino, tal vez te hubiera ido mal a donde ibas y estarías muy triste. Quien sabe, generalmente siempre pensamos que los hubieras son malísimos, pero nunca de lo bueno que nos pudimos haber perdido, y que si las cosas son así es porque así estamos mejor, porque de otra forma estaríamos muertos, infelices, traumatizados, quién sabe qué tantas cosas que sólo nos podrían perjudicar.

Y está bien, de cualquier forma me gusta como han pasado las cosas (no sólo hoy, en general).
Luego pensé que sí tuvo razón, llevo días queriendo escribir una entrada en el blog y no lo había hecho, lo hice gracias a su fe religiosa... naaaah, pero sí a lo que pasó hoy, fue bien raro, al final terminó queriéndonos invitar a su iglesia, en donde la gente encuentra el camino del bien: desde las prostitutas que se reivindican y vuelven a la vida civil "normal", hasta los homosexuales que van por el camino del bien y mágicamente se convierten en heterosexuales, esos pobres enfermos.

La gente en la calle siempre da de qué hablar :)